martes, 27 de mayo de 2008

Prólogo

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Este libro pertenece a los menos. Tal vez no viva todavía ninguno de ellos. Serán sin duda, los que comprendan mi Zaratustra: ¿cómo me será lícito confundirme a mí mismo con aquellos a quiénes ya hoy se les hace caso? - Tan sólo el pasado mañana me pertenece. Algunos nacen de manera póstuma.

Las condiciones en las que se me comprende, y luego se me comprende por necesidad, - yo las conozco muy exactamente. Hay que ser honesto hasta la dureza en cosas del espíritu incluso para soportar simplemente mi seriedad, mi pasión. Hay que estar entrenado en vivir sobre las montañas - en ver por debajo de sí la miserable charlatanería actual acerca de la política y del egoísmo de los pueblos. Hay que haberse vuelto indiferente, hay que no preguntar jamás si la verdad es útil, si se convierte en una fatalidad para alguien... Una predilección de la fuerza por problemas para los que hoy nadie tiene valor; el valor de lo prohibido; la predestinación al laberinto. Un experiencia hecha de siete soledades. Oídos nuevos para una música nueva. Ojos nuevos para lo más lejano. Una conciencia nueva para verdades que hasta ahora han permanecido mudas. Y la voluntad de economía de gran estilo: guardar junta la fuerza propia, el entusiasmo propio... El respeto a sí mismo; el amor a sí mismo; la libertad incondicional frente a sí mismo...

¡Pues bien! Sólo ésos son mis lectores, mis verdaderos lectores, mis lectores predestinados: ¿qué importa el resto? - El resto es simplemente la humanidad. - Hay que ser superior a la humanidad por fuerza, por altura de alma, - por desprecio...


Prólogo De El Anticristo.
Maldición sobre el Cristianismo de
Friedrich Nietzsche

3 comentarios:

Lula dijo...

Mañana prometo que, cuando llegue de catequesis, hago lo de química, leo lo de filosofía, y voy en búsqueda de La Naranja Mecánica, que más vale que esté en la mesa de luz de mi viejo (hacía cinco días, más o menos, que vengo diciendo lo mismo). Me agarró la melancolía y estuve hasta recién mirando nuestras conversaciones viejas. Te amo mucho, sos lo más importante para mí. Y vamos que voy a salvar a Robert de que quede como Nietzsche en sus últimos años (?). Te amo mucho.

Lula dijo...

Mi vida te amo mucho mucho mucho (L).

:..: . Rodro . :..: dijo...

q wen blog y q capa tu novia jejejeje
saludos grande
aguante l.t.e.